Longitud:
12’4 km (circular)
Tiempo aprox.: 4 horas
Dificultad:
media-baja
Época
recomendada: primavera y otoño
Recorrido y perfil |
Llegamos a Nalda desde Logroño por la N-111 y luego por la LR-440; podemos aparcar en la plaza de la Tela, o girando a la izquierda, en las cercanías de la zona deportiva.
Cruzamos la plaza de la Tela hacia la plaza de la Fuente, que
dejamos a nuestra derecha, y por la calle Arrabal nos dirigimos primero hacia
el cementerio, que dejamos a nuestra izquierda, y luego hacia la ermita de Nª Sª de Villavieja por el camino
Montalvo, disfrutando desde sus miradores de unas preciosas vistas del pueblo y
su entorno. Al llegar al primer cruce, podemos visitar el templo, que queda a
nuestra derecha, o proseguir nuestra ruta por la izquierda, ascendiendo por el
camino viejo de Luezas; dejamos luego a mano derecha un camino que se interna
entre cultivos.
Por el camino viejo de Luezas (foto: José Ramón Alesanco) |
Cuando la pista va a hacer un giro de 90o a la izquierda, para describir una profunda “V” que bordea un barranquillo, tomamos para cruzar éste una sendita de frente que nos lleva a una pequeña chopera.
Pocos
metros después, salimos de nuevo a la pista y continuamos de frente. A nuestra derecha,
el curso del arroyo está jalonado por altos chopos, a los que acompaña la
vegetación típica de las riberas, apareciendo aquí también frutales.
El camino
parece dividirse, pero ambos ramales avanzan en paralelo y nos llevan al mismo
sitio. Sí debemos luego estar atentos, porque justo cuando la pista hace un
giro de giro de 90o a la derecha para cruzar el barranco (km 3), nada
más cruzar éste tenemos que tomar una estrecha senda que asciende por la
izquierda entre boj, enebro y aladierno, remontado el
barranco de San Marcos.
Subiendo hacia el Chorrón de San Marcos (foto: José Ramón Alesanco) |
Chorrón de San Marcos; arriba, a la izquierda, el roquedo, abajo, a la derecha, vegetación que aprovecha la humedad del salto del agua (foto: José Ramón Alesanco) |
Roquedo sobre el Chorrón de San Marcos |
Nada
más cruzar el arroyo, tomamos a la derecha una senda ancha cubierta de hierba
que, en apenas 100 metros, nos conduce a los restos de la ermita de San Marcos.
Restos de la ermita de San Marcos (foto: José Ramón Alesanco) |
Todo el grupo delante de la ermita (foto: José Ramón Alesanco) |
El camino termina
en una pista que cogemos de frente unos 50 m para llegar a otro cruce, donde
nos desviamos a la derecha entrando en el pinar de laricio.
Vista desde la ermita hacia el pinar y Peñas Valderas |
Pista por el pinar |
Iniciamos
un fuerte repecho y un poco más adelante seguimos el giro pronunciado que la
pista hace hacia la izquierda, ignorando el camino que sale del vértice hacia
la derecha.
Pronto
nos internamos nuevamente en el bosque. En el pinar también está presente el
boj, sobre todo, así como también aparecen algunos quejigos y acebos. La pista
hace un pronunciado giro a la izquierda en un pequeño claro (km 6), y poco
después atraviesa un cortafuegos.
Después
de varias curvas, la pista se bifurca nuevamente; ahora tomamos la subida a la
derecha, menos marcada, para ascender a los dólmenes.
Salimos a una especie de claro
(km 8), el punto más alto del recorrido (1054 m) y avanzamos unos 100 metros a
la izquierda por el cortafuegos, para terminar en lo alto de un collado, en el
que además de boj encontramos algunas carrascas.
Pista y cortafuegos que trae al collado |
La panorámica que se abre
frente a nosotros es impresionante: hacia nuestra izquierda, Peña Bajenza, más
allá el Castillo de Viguera, y al fondo Moncalvillo; hacia la derecha, los
valles del Iregua y Ebro, y, más al fondo, la Sierra de Cantabria.
Vistas hacia Peña Bajenza y Moncalvillo al fondo (foto: José Ramón Alesanco) |
Dolmen de Peña Guerra I |
Antes
de iniciar propiamente la bajada, nos adentramos en el pinar por una sendita
que sale a la izquierda entre el boj, cuyo inicio está marcado con unos
montoncitos de piedras, y a unos 20 m encontramos el dolmen de Peña Guerra I.
Regresamos
a la loma y bajamos hacia la izquierda por el camino viejo de Trevijano. Al
llegar a un cortafuegos o claro, descubrimos a la izquierda una pequeña
elevación que delata el dolmen de Peña Guerra II.
Descenso hacia el dolmen Peña Guerra II |
Dolmen de Peña Guerra II |
Senda por el pinar |
Abandonamos
el cortafuegos por un camino que aparece a la derecha, frente al segundo
dolmen, siguiendo el Barranco del Moro, y nos lleva en un fresco y agradable
descenso por el pinar.
Pasamos
luego junto a la inconfundible Peña del Fraile.
Vista desde Peña del Fraile; al otro lado del Iregua, Sorzano |
Peña del Fraile (foto: José Ramón Alesanco)
Pronto llegamos frente a Peña Soto (km 10), donde podemos detenernos a admirar algunas de las decenas de parejas de buitres que anidan en sus paredes.
Salimos momentáneamente del camino –que nos llevaría a una pista que describe una amplia curva que así atajamos–, para continuar por la derecha por una sendita que recorre el borde de una finca, dejando a nuestra izquierda una elevación sin cultivar.
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Viñas junto al camino, con Peña Bajenza de fondo |
Al
acabar la senda tomamos el camino hacia la derecha, que al poco describe una
marcada curva hacia la izquierda, cruzando un arroyo con una fuente. Seguimos el
camino y regresamos en suave y continuo descenso hasta nuestro punto de partida.
Ver Nalda - San Marcos entero en un mapa más grande.