Tiempo aprox.: 4 h
Dificultad: media
Recorrido |
Perfil |
En Lagrán, nada más rebasar la Plaza de la Música, en lado sur del pueblo, tomamos la primera calle por nuestra izquierda; su nombre, Laguardia bidea (camino de Laguardia), nos da ya un buen indicio del que vamos a recorrer.
El camino, asfaltado pero estrecho, deja a mano derecha el pequeño cementerio de la localidad y se adentra entre campos de cultivo, encaminándose manifiestamente hacia la sierra; cruza perpendicularmente otro camino agrícola, deja otro a mano derecha y, tras aproximadamente 1,5 km, llega a un cruce donde podemos dejar el vehículo. A partir de aquí, acaba el asfalto y comienza el camino de tierra que se adentra en el bosque.
Vamos a seguir las señales del GR-38, concretamente la etapa 2 Laguardia - Albaina, aunque ahora en sentido inverso; a las típicas señales blancas y rojas se añaden las amarillas del PR A-50 "Senda de las carboneras y ascensión al Monte Cruz del Castillo", cuya descripción puede ser descargada aquí.
Primeramente encontramos avellanos y quejigos, pero pronto dejarán paso a las hayas, dominantes sobre los helechos y el boj.
Interior del hayedo |
Al cabo de un rato, ignoramos otro camino que sale por la derecha, que nos llevaría primero hasta el refugio y la fuente de San Juan, y luego a Pipaón.
Seguimos la dirección que indica Bernedo y Laguardia. En el camino que seguimos, siempre ascendente, con sucesivas revueltas dentro del magnífico, frondoso y fresco hayedo, encontramos hasta tres representaciones de las distintas fases de la elaboración del carbón vegetal.
Una de las representaciones de una carbonera |
La tercera carbonera se encuentra a la altura de la fuente de Huecozabala.
Seguimos subiendo por la derecha |
Llegamos a otra senda y continuamos por la derecha, subiendo hacia el oeste; enseguida, otra vez seguimos subiendo por la derecha.
Sendero dentro del hayedo |
Alcanzamos el Puerto del Toro, una explanada rocosa y despejada que nos deja ver ya claramente la silueta de la Cruz del Castillo.
Puerto del Toro |
Por la izquierda sigue el GR-38, que nos llevaría en fuerte descenso hasta Laguardia. Pero por la derecha, hacia el oeste, penetra en el bosque un estrecho y serpenteante sendero, que nos lleva, entre hayas, avellanos, mostajos, acebos y tejos, hacia la Cruz del Castillo.
Sendero hacia la Cruz del Castillo |
La espesura se aclara en un espléndido mirador sobre La Rioja; cerca, hacia el este, Peña León, Peña Alta, el León Dormido y la Sierra de Codés.
Panorámica
Peña León en primer término |
Unos metros más allá, se encuentra un colladito entre la Cruz del Castillo y el cresterío rocoso de la falsa cumbre de Palomares.
Cresta oriental de Palomares desde la Cruz del Castillo |
Un senderito que trepa por la derecha nos lleva finalmente hasta la cima de la Cruz del Castillo.
En la cima de la Cruz del Castillo |
Panorámica hacia el E y el NE |
El regreso lo hacemos recorriendo el mismo camino en sentido inverso.
Ver Cruz del Castillo (desde Lagrán) en un mapa más grande
Desde Google Maps es posible descargar un archivo .kml del recorrido. Un archivo .gpx del mismo puede ser descargado aquí.
Sobre las carboneras
La senda de las carboneras
Del muy recomendable "Rutas y paseos por Sierras de Toloño - Kodés y Rioja alavesa", de Alfredo y Mario Ollero Ojeda (Sua Edizoak, 1993)
Así se conoce actualmente al viejo camino que lleva de Lagrán al Puerto del Toro. Además de marcar el recorrido meticulosamente, se indican las especies arbóreas de la zona y se ha reconstruido una de las mayores riquezas culturales de la Montaña Alavesa: la carbonera. Extinto ya el uso de esta industria antiquísima que producía carbón vegetal "mediante la combustión lenta de la madera con limitación del acceso de aire", tal como se expone en uno de los carteles, las sociedades culturales siguen fabricando carbón de forma testimonial en ciertas celebraciones, iniciativa interesantísima que impide el olvido de lo que constituye el mayor valor etnográfico de la comarca. Son tres las representaciones sucesivas del proceso de elaboración del carbón vegetal que podemos admirar junto al camino, desde la presentación de los materiales y herramientas necesarios hasta la obra terminada, pasando por las fases de madera apilada y el relleno sucesivo de abajo a arriba con boj, musgo y tierra. Por otra parte, la rehabilitación de este camino rinde tributo a su notable importancia. Se trata del principal paso que hubo en la sierra hasta finales del siglo XVIII, empleado para el comercio de carbón, patatas, cal y pescado procedente de los puertos del Cantábrico a cambio del vino y el aceite riojanos. Pero la magnitud que empezó a cobrar la exportación de los vinos riojanos exigía la búsqueda de un itinerario más cómodo. Así pues, los viajes comerciales siguieron cada vez más el Camino Real, que salvaba las montañas en las Conchas de Haro, lugar éste en que se unían las dos arterias que surcaban las Riojas Alta y Alavesa, llevando su precioso cargamento de excelente vino a las tierras del Norte.
Las carboneras de Ledesma de la Cogolla (La Rioja)
Un paseo precioso y muy bien documentado por Ricardo.
ResponderEliminarGracias!!!!!