Tiempo aprox.: 5 h
Dificultad: media
Recorrido |
Perfil |
Desde Ezcaray, tomamos la carretera LR-415 hacia las aldeas, cruzando el puente sobre el río Oja. Tras poco más de 7 km, llegamos a Azárrulla, que dejamos a nuestra izquierda, continuando por la carretera hasta sobrepasar la señal de tráfico que indica que hemos salido del casco urbano de la aldea; a unos 150 m encontramos a nuestra izquierda un amplio espacio donde podemos aparcar el coche, al lado de unos contenedores y unos paneles informativos.
Comenzamos a caminar por una pista en dirección sur, opuesta a la entrada a la aldea y paralelamente a la carretera; atravesamos de inmediato un paso canadiense. A la altura en que la carretera salva el río por el puente de Herma, la pista gira hacia la izquierda y, en ascenso continuado, comienza a adentrarse en el barranco del arroyo Usaya; enseguida dejamos a la derecha un ramal que baja hacia el arroyo. Cuando llevamos unos 800 m, dejamos a nuestra izquierda una pista que, retrocediendo, asciende hacia un colladito, y seguimos de frente.
Comienzo de la senda |
A nuestra izquierda, la ladera está dominada por los arbustos y el matorral.
A nuestra derecha, al amparo de la frescura del arroyo, predomina el arbolado (fresnos, avellanos, arces, chopos, nogales, cerezos, espinos albares...); en la parte baja, algunos prados.
En la parte alta de la ladera opuesta, una mancha de hayedo.
Más adelante, el arbolado puebla ambas laderas.
Perspectiva hacia la cabecera del barranco |
Finalmente, cuando llevamos unos 2 km de cómoda andadura, la pista se interna en un precioso hayedo, que domina sobre todo la margen izquierda del arroyo Usaya, el cual iremos cruzando sucesiva y alternativamente de una margen a la otra a través de siete rústicos puentecillos.
Arroyo Usaya discurriendo por el interior del hayedo |
Senda que remonta el arroyo por el interior del hayedo |
Poco antes del quinto puentecillo, en lo alto de la ladera a nuestra izquierda aparece un pinar de repoblación.
Entre el quinto y el sexto puentecillos podremos descubrir un buen número de ejemplares de serbal de cazadores.
Tras cruzar el séptimo puentecillo, debemos prestar atención para no dejarnos tentar por el arranque de la cómoda pista que parece ofrecérsenos para que la sigamos, abandonándola en cambio casi de inmediato por una sendita que sale a nuestra izquierda, cuyo arranque está marcado por un hito de piedras y unas desvaídas marcas de pintura blanca y amarilla en el tronco de un haya, marcas que iremos siguiendo, para continuar remontando el arroyo Usaya.
Uno de los puentecillos. |
El pinar en la solana |
Vista desde la solana de Usaya |
La sendita desciende para salir pronto del pinar y entrar en una zona de la solana dominada ahora por el matorral (aulagas, escobas, rosales silvestres...), por la que llaneamos.
Enfrente, la umbría de Usaya.
Cabecera del barranco desde la solana |
Pinos y hayas en la umbría de Usaya, vista desde la solana |
Caminando por la solana |
Hacia el colladito |
Llegados a un colladito, encontramos una pista que gira a la izquierda; podemos seguirla, porque nos llevaría al encuentro de aquella por la que iniciamos el recorrido, o abandonarla en la misma curva orientándonos en dirección hacia la carretera, en cuyo caso llegaremos al paso canadiense del comienzo de nuestro recorrido.
Mapa del recorrido
Ver el mapa de Arroyo Usaya más grande en Google Maps.
Un archivo .gpx del recorrido puede ser descargado aquí.