Distancia: 14 km (circular)
Tiempo aprox.: 4 h
Dificultad: media-baja
Época recomendada: Todo el año; especialmente atractivo en primavera y otoño.
(Extraído de la revista "Páginas de información ambiental" nº 37)
El Olmo de El Rasillo, junto a la iglesia, es nuestro punto de partida. Vamos hacia
la salida del pueblo pero, en lugar de bajar, tomamos la carretera que sale a
la derecha hacia la ermita de San Mamés, cuya silueta destaca entre la masa
forestal del entorno.
Iglesia y olmo de El Rasillo |
Seguimos
avanzando por una húmeda ladera orientada al norte en la que
sobreviven decenas de nogales, resto de una antigua plantación. Al llegar a una industria cárnica dejamos la
zona asfaltada para tomar la
pista que sale a la derecha. Poco a poco vamos entrando en una de
las mayores y mejor conservadas masas de pino silvestre de toda La Rioja. Por
el camino vemos varios ramales que salen a los lados de la pista, pero nosotros
seguiremos ascendiendo suavemente sin abandonar el camino principal,
deleitándonos con unas magníficas panorámicas de todo el alto Iregua.
Dentro del pinar |
Más adelante, el paisaje nos deja ver las
huellas del incendio que sufrió este pinar a finales de los ochenta y cómo en
las zonas quemadas está rebrotando con fuerza el roble rebollo, poblador
original de estas latitudes. No será difícil escuchar al afanoso picapinos, uno
de los moradores habituales de estos bosques junto
a pinzones, carboneros y herrerillos. En los primeros días de otoño también
podemos tener la suerte de oír los exaltados bramidos de los machos de ciervo
en la berrea.
El camino sigue, y poco a poco son las hayas,
que crecen a la sombra del
pinar, las que van dominando el paisaje. Al llegar a la toma de agua,
giramos a la izquierda para coger una senda mucho más naturalizada que asciende
suavemente por el hayedo. Cuando divisemos una portilla, debemos desviarnos a
la derecha para afrontar la parte más dura del sendero, un repecho un tanto
fuerte y empedrado al final del cual encontraremos las pradera del Cerraúco.
El Cerraúco |
Estas preciosas explanadas salpicadas de enebros y brezos marcan
el límite con Ortigosa de Cameros. Desde lo alto de las rocas sobrecoge
la imponente imagen del Horquín, la Cebosa, el Cabezo del Santo
y todos los montes del alto Leza; laderas deforestadas que contrastan con la
colorida estampa de los bosques y el reflejo del agua del embalse.
Vistas desde el Cerraúco; al fondo, el embalse |
Subimos la pradera y tomamos una pista ancha a
nuestra derecha, que discurre por encima del camino que hemos seguido en la subida al
Cerraúco. Avanzamos unos 7 kilómetros por las laderas del Monte de
la Agenzana, deteniéndonos de cuando en cuando a disfrutar de los colores del
bosque en otoño y de las bellas panorámicas que ofrece a nuestros pies la zona
del pantano y El Rasillo. Salimos del bosque y llegamos a la parte alta del
pueblo, a la carretera de la urbanización, por la que descenderemos a nuestro
punto de origen.
Ventanuco en El Rasillo |
Mapa del recorrido
Ver El Rasillo - El Cerraúco en un mapa más grande
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